Voy directo a la cocina
- niña ¿Que pasa?- me pregunta Carmina. La señora que se encarga de la cocina desde que tengo uso y razón.
- necesito que me ayudes a preparar comida. En cantidad- digo rápidamente.
Todos entran a la cocina observándome
- ¿Que sucede? ¿Por qué saliste así?- me pregunta el señor padre mío
- bueno ya que están aquí , déjenme decirles que tienen que ayudarme a preparar comida
-¿comida?- pregunta la señora María.
- si. Brandon tienes hambre y mucha - les digo y ella sonríe con felicidad.
- claro. - dice ella mientras la veo ir a la nevera. - ¿Que le gustará a mi hijo?- se gira rápidamente a mirarme. Que pudo decir ¿yo? Obviamente no soy la más indicada para decir algo. Mucho menos cuales son sus gustos después de todo lo que ha sucedido.
- no lo sé. - le digo con sinceridad y ella agacha la cabeza - pero. Lo que si es seguro que todo lo que se pueda comer. -le aseguro.
- Fer - me llama el señor y rápidamente le empiezo a contar todo delante del siquiatra.
- obviamente me a la única persona que puede estar cerca de el eres tú. - dice y asiento.
- si pero no creo que sea sano - dice mi padre. - quizás el viene con la mentalidad de que ustedes están juntos aún y la verdad es otra. - dice y se que eso es cierto.
- es cierto , me reprocha el hecho que yo haya seguido con mi vida y el hecho que todos lo hayan hecho. - les digo y su madre se ve triste.
- yo creo que lo mejor es que suba con lo que está - diga viendo mi reloj que ya marca diez minutos.
- aún no. Quiero ver cómo será su comportamiento si tú no subes en diez minutos- dice el siquiatra
- no me parece porque obviamente no lo va a tomar bien. Y seré yo la que estará arriba con el - digo molesta.
- necesitamos..- dice el estúpido sicológico y lo corto.
- necesitas nada. Esto no es un experimento. Ni Brandon ni yo hacemos parte de eso. - le digo molesta.
Se ve sorprendido
- mi hija tiene razón no sabemos cómo va a reaccionar , no quiero que ella esté ahí si el llega a reaccionar de mala manera. - me dice y suspiro.
- por ahora es mejor que le subas la comida. Ya han pasado 10 minutos y necesitamos ver cómo reacciona.
Termino de poner las cosas en la bandeja y la señora maría me ayuda.
Subimos las escaleras y escucho pasos. Respiró hondo y suspiro. Tocó la puerta
- ¡soy yo! ¡He vuelto!- le digo con tranquilidad. Una muy fingida. Respiró hondo y trato de estar lo más tranquila posible. Dejo de escuchar los pasos. Abro la puerta y entró la primera bandeja y la señora María me pasa la otra y la pongo en la mesa. La señora de queda mirando a Brandon que la mira con odio. Rápidamente cierro la puerta.
- ¿Cuántos minutos te demoraste?- me pregunta con enojo y ansiedad
- yo.. supongo que diez, no importa - le digo mientras termino de acomodar la comida.
- ¡¡fueron 16 minutos y 32 segundos!!- grita fuera de control..
Retrocedo ante ese grito.
- Brandon.- le digo y me mira con furia.
-¡me dijiste que te ibas a demorar diez y me mentiste! - grita. Mientras toma sus cabellos- ¡¡tuve que esperar mucho!! ¡¡Y esperar no me gusta!! No..
-¡lo lamento!- grito de vuelta. Me mira sorprendido-pero me tocó cocinar así que siéntete afortunado. Porque yo no le cocino a nadie. Así que cállate y come - le digo un poco más calmada. Me siento en el sillón y el solo respira agitado. Pero sin dejar de mirarme. - ¿Que esperas? come- le digo y me mira confundido. Aprieta los puños. Me levanto y abro cada bandeja dejando que observé la comida. - hay tienes - digo cortante. Vuelvo y tomo asiento en el sillón. Observa la comida y veo un brillo en sus ojos. Así como los de un niño con los anhelados dulces. - tienes la comida , come - le digo una vez más.
- ya no quiero- dice cortante.
- como ¿Que no?- le pregunto molesta. - formaste todo este show porque me tarde más de la cuenta. Mientras yo estaba corriendo en la cocina con tu mamá preparando y debatiéndonos en que te podría gustar , para que ahora salgas con que no quieres. - le digo con enojo.
- dije que no quiero- repite.
- me importa lo que hayas dicho. - le digo levantándome y mirándolo molesta. - no sabes el esfuerzo que hice para prepararte de comer. No le cocino a nadie así que procura cometerlo, porque se que en el fondo quieres comer. - le digo molesta.
- tú no entiendes -dice molesto.
- sabes algo quizás tienes razón no entiendo. Pero sabes algo tú. - le digo molesta. - no tengo mucha paciencia y ya se me acabó. Así que chao - le digo mientras camino a la puerta.
No veo venir cuando me toma del brazo y me pone entre la pared y su cuerpo. Me toca alzar la cabeza para verlo.
Sus ojos azules chocan con los míos.
- no te vas a ir. - me asegura.
- te aseguro que si quiero lo haré. - le aseguro. Me mira fijamente y lo escucho suspirar. Cierro los ojos y respiró hondo- Necesito calmarme y tú también. Es mejor que me vaya y después vuelva - le aseguro y niega. Rápidamente me mira a los ojos.
- no puedes dejarme- murmura. Sus ojos reflejan tanto dolor y tristeza. Lentamente subo mi mano a su mejilla. Lo veo tensarse ante mi tacto pero no se mueve. Lentamente lo acaricio.
- jamás te dejaría. - le aseguro. Sus ojos se conectan los míos y le sonrió. Me mira fijamente. Cierra los ojos mientras lo acaricio se relaja y disfruta de mi tacto. - no debes de tener miedo. Yo siempre voy a estar para ti. - le aseguro- eso te lo puedo jurar. - abre los ojos y me mira. Lentamente se acerca a mi. Pega su frente a la mía. Sus ojos viajan de mis ojos a mis labios. Inconsciente mente me acerco un poco más a sus labios. Puedo ver el temor y otros sentimientos en sus ojos. Lentamente me separó de el. Parece confundido. Hace segundos estaba tan cerca de el. Que pensé en que lo iba a besar. Pero al ver su temor me di cuenta que no lo iba a ser. Rápidamente lo llevo hacia la comida.
- ¿todo esto lo preparaste tu?- me pregunta con vergüenza
- si y tu mamá también me ayudó. - le aseguro- realmente espero que esté bien, ya no cocino. - le digo mientras él lleva a su boca un pedazo de lasaña.
- me gusta esto. - dice mientras come le sonrió. - ¿no le cocinas a nadie ?- me pregunta con curiosidad.
- no. Nadie. Llevo años sin hacerlo. Así que siéntete afortunado- le digo y me sonríe. Sus ojos toman un brillo que no sabría descifrar
- ni a Tomás ?- me pregunta amargamente. No sé porqué me pregunta por mí prometido.
- ni a el. - le aseguro.
Sonríe satisfecho. Mientras come un pedazo de pollo. Realmente come muy rápido. No creo que mastique, creo que se está tragando la comida. Pongo jugo en un vaso y se lo tiendo. Rápidamente lo toma de un solo sorbo. Lo veo devorar todo en minutos. Que apetito el de el.
- todo estuvo muy rico. - dice mientras termina un emparedado. No comió con los cubiertos, está todo sucio.
- vamos a que te laves las manos. - le digo mientras lo dirijo al baño. Abro la llave del lavamanos y lo invito a que ponga sus manos. Tomo el jabón y se lo tiendo. Lo veo lavarse la boca y luego sus manos. Lo que más me llama la atención es de sus manos están totalmente limpias y el sigue lavándolas.
- Bran - lo llamo y sigue lavándolas. - Bran , tu manos están limpias
- están sucias. Al igual que yo- murmura mientras las sigue lavando. Me acerco y tomo una toalla. Cierro la llave
- Brandon mírame - le pido y no lo hace. - Bran - lo llamo bajito. Lentamente me mira. - están limpias. - le aseguro. Niega rápidamente
- están sucias como yo. - me asegura y su mirada se ve tan triste. ¿Por qué cosas has pasado? Tomo sus manos entre las mías y las pongo en una toalla. Las seco lentamente sin lastimar sus heridas.
- Brandon- le digo con cariño- están limpias. Tú también lo estás. - le aseguro. Mira sus manos y su mirada me parte el alma.
- no , no. - susurra. - todo yo esta sucio - me asegura. - yo debo darte asco..- susurra.
- Jamás en mi vida -le aseguro- tú estás limpio. Lo estás - le aseguro. - ¿estás bien ?- le pregunto.
- yo..- murmura..- yo..- su voz se corta. - estoy marcado- susurra con dolor. Se abraza a mi. Entierra su cara en mi cuello. Mientras me abraza con fuerza. - yo...
- vas a recuperar tu vida.- le aseguro- el pasado es pasado- le aseguro. Mientras siento como solloza en mi cuello. Siento lágrimas , está llorando.
- tengo miedo - susurra. - quiero ser normal - susurra.
Lo abrazo con fuerza.
- sabes que no debes temer, te prometo que si me dejas yo te ayudaré a que no tengas miedo. A qué seas una persona normal, a que seas Brandon el chico que conocí, valiente, seguro, amoroso- le aseguro.
- ¿si?- me pregunta con temor.
- si. - le aseguro. Lentamente acarició su cabello. Nos quedamos así unos minutos hasta que se calma. Sale de cuello y me mira. Tomo su mano y lo llevo a la habitación. Miro hacia la mesa y no están las bandejas. Se las llevaron. Nos sentamos en la cama y Brandon pone su cabeza en mis piernas mientras se aferra a mi. Ahora viene la parte más difícil de esto. Convencerlo