– Ha cambiado – susurró Elena.
– ¿Qué? – preguntó Charles medio dormido.
– El paisaje.
Dieciséis años atrás Elena abordó ese tren en su noche de bodas, Cristián le prometió que la compensaría y ella pidió dinero, observó la brillante luna llena y escribió un nombre sobre el cristal para recordar a la persona más importante de su vida, ella, pocos minutos después Cristián empezó a roncar y ella no pudo dormir, así que miró por la ventana hasta que el sueño la venció.
El paisaje había cambiado mucho y mirando su reflejo en el cristal entendió que ella también había cambiado.
Charles extendió el brazo y dibujó un corazón.
– Cursi – se quejó Elena.
Charles lo tomó de buena manera y se inclinó para darle un beso, por lo que Elena se apartó señalando que Jacob estaba dormido.
Como respue
