Elena sabía que no era inocente, no tomó un camino decente, no luchó contra las injusticias, no se mantuvo pura y sus intenciones no eran justas, al abrir la camisa de Charles y deslizar las manos por la piel desnuda sabía exactamente lo que estaba haciendo y entendía que el hombre cuyos ojos la devoraban era el más justo que había conocido en su vida, el idealista portador de un título con una educación conservadora que le sería fiel a una sola mujer por toda la vida.
Si ella no lo hubiera seducido y si no lo hubiera embriagado en ese mismo lugar, la historia sería muy diferente, Elena lo sabía y no le importó, bajó la cabeza inclinando su cuerpo y besó a Charles, hasta ese día jamás pensó que los labios de un hombre le parecerían tan deliciosos o que sería ella quien se encontraría perd
