Tal vez Sara se había marchado precipitadamente, pero también era cierto que aun no podía superar la muerte de su padre después de cinco años, ya no bebía alcohol y si veía a un hombre que lo hiciera, era como si pusiera un letrero en su frente que decía "peligro". Y bien lo había experimentado con anterior pareja: Bradley. Ahora simplemente miraba al techo preguntándose si debía llamarlo y pedir disculpas, ella había sido quien se había marchado sin una explicación. — Llevas casi quince minutos viendo al techo, no has notado mi presencia en ningún momento, toque la puerta, no contestaste y me asuste... — dijo Angela interrumpiendo los pensamientos de Sara, ella se levantó sorprendida, posando la vista en su mejor amiga, aún la veía un poco incomoda, pero a Angela no le importaba, ella e