No, definitivamente Sara no había sido lo suficientemente rápida como para poder evitar la compañía de Johann al salir del edificio.
— Señorita Brown, pensé que no la alcanzaría. — dijo Johann detrás de ella con una voz ronca, Sara era consciente de que para llegar al parqueadero del edificio Johann debió haber usado el ascensor o simplemente dar la vuelta por la entrada principal.
Sara se giró hacia él con una sonrisa, incómoda en el rostro.
— Creo que no soy lo suficientemente rápida, creo que las luces apagadas son un poco mi debilidad... — se excuso, Johann sonrió.
— Puede que no... pero eso es una ventaja para mí. ¿Puedo llevarte a casa? — dijo Johann inclinándose un poco a la altura de Sara.
Sara se mantuvo en silencio por un segundo, no tenía escapatoria, ¿Cómo podía decirle
