2 días después: 22 de noviembre Hoy no es un día cualquiera, hoy es el cumpleaños de mí esposa, y por si fuera poco, es el primero que pasamos juntos. La mudanza a la nueva casa aún está en pausa, pero solo porque yo quise, y es que le tengo una sorpresa para está noche, una que por supuesto ella no espera. La observo aún dormida a mi lado de la cama, y aprovecho para levantarme sigilosamente e ir hacia la cocina. Abro el mueble donde guarde su primer regalo, lo saco de ahí, e inmediatamente me pongo manos a la obra con el desayuno especial que quiero prepararle está mañana. Hago café, té, tuesto el pan, corto la fruta que tanto le gusta a ella, sirvo un poco de yogurt en dos tazones y coloco todo sobre una bandeja, sin olvidarme de las rosas que compre anoche de camino a casa y guarde