4 días después: 19 de octubre Estos últimos días en Nueva York fueron una mezcla de trabajo y placer. Dividía mis días en momentos para adelantar algo de trabajo y en otros para disfrutar de ella y de quienes considero mis padres. Obviamente no hemos podido hacer todo lo que teníamos planeado, pero al menos no nos fuimos a Orlando de un día para otro. Si fuera por mí, haría cualquier cosa para que ella sea feliz, y es que descubrí que cuando ella sonríe, yo sonrió de inmediato, es como si algo nos conectara de una manera demasiado especial y a pesar de que por momentos puede dar un poco de miedo, me encanta que sea de esta manera, es única y sé que no podría suceder con cualquier persona. Haber negociado con David para poder quedarnos hasta mañana aquí en Nueva York, mereció la pena com