En la terraza, el sol comienza a descender, pintando el firmamento con matices de naranja y rosa. Hay personas que no se conocen, lo que genera una sensación de incomodidad al principio, pero rápidamente la atmósfera se torna más relajada.
Ben, con una sonrisa un tanto tímida, es el primero en iniciar la conversación.
—Una vez, en una fiesta de disfraces, elegí un traje de superhéroe que me quedaba demasiado ajustado. Me sentía un poco ridículo, pero al final, ¡fue el más popular de la noche! Todos querían fotografiarse conmigo.
—¿Pero por qué? —sugiere Luis—. ¡Porque se te notaba una maleta enorme en el frente!
Ben se sonroja.
—Oye, amigo, eso no se cuenta —lo reprende Liam.
—Qué pena que no pude estar ahí —dice Kelly, guiñándole un ojo.
Ben se sonroja aún más por la
