Todos estamos desayunando y Susy está contando una de sus anécdotas en la escuela. —Tía, mi compañero Sebas le puso la rana en el pelo y Rick salió corriendo por toda la clase gritando como loco —podía ver su malicia. —¡No me digas! —respondí entre risas—. ¿Y qué hizo la maestra cuando vio todo eso? —Primero se asustó un montón, pero después trató de calmar a Rick y de encontrar a la rana, porque había saltado —continuó Susy—. Al final, la rana se escondió detrás de la pizarra y la maestra tuvo que pedirle a Juan, el más valiente de la clase, que la atrapara. —¡Qué aventura! —exclamó mi padre, que estaba escuchando con atención—. En mis tiempos, también hacíamos travesuras, pero ninguna tan original como esa. —Sí, fue una locura —dijo Susy, sonriendo—. Pero al final, todo te