Annie.
Se que dejarlo besarme no es lo que debo hacer, sé que en este punto lo mejor es apartarlo, darle un bofetada si es que no quiere alejarse, y entonces desaparecer por esa puerta por la que he entrado obligada por Sebastián, yo no quería venir, lo que menos quería en la vida era ver como Nathan se comía la boca con otra mujer que no era yo, pero Sebastián había insistido, y después de todas sus sospechas acerca de Nathan lo mejor era aceptar.
Aceptar y pretender que esto no me dolía cuando en realidad me estaba arañando las entrañas, verlo allí, cenando al lado de la mujer con la que se supone compartiría el resto de su vida era la peor imagen que había visto jamás.
Y ahora que estoy aquí, con él abrazándome por la cintura, y juntándome hacia él como si no quisiera soltarme jamás
