| Adler Meyer |
Observo su cuerpo semi desnudo sabiendo que si aceptamos hablar no podremos tocarlo y azotarlo a la vez pero sino aceptamos probablemente mañana nuestro problema sea más grande y estaríamos hundiendo mas al fango el pie izquierdo con el que sin desearlo empezamos esto.
― Hablemos ― decimos los tres al unísono.
Blaz la pone de espalda a la cama cubriendo su cuerpo con la bata, puedo ver el pecho de mi esposa subir y bajar con velocidad.
Siempre tuve el deseo utilizar un término que la defina como mía o nuestra y creo la espera valió la pena porque ahora es mi esposa, nuestra esposa.
La ayudo a sentarse en la cama, puede que ella en realidad no sepa casi nada de nosostros comparado a nosostros saber todo de ella.
― Si haces lo contrario a hablar regresaremos a la pose a
