—¿Puedo llevarme al bebé? —le pregunto a la enfermera.
—Tiene que llevarlo en su cuna, por seguridad.
—Está bien —digo y lo pongo en la cuna, salimos y vamos a la habitación de Terry. Apenas entramos y me sorprendo al verla tan sonriente.
—Quiero cargar a mi pequeño Darrel —dice emocionada, la enfermera sale y yo tomo al pequeño para ponerlo en brazos de Terry.
Se emociona tanto que empieza a llorar.
—Es tan hermoso Morgan, nunca pensé que llegaría a ser madre.
Me siento a su lado pasando mi brazo por su espalda.
—Serás la mejor madre del mundo —le limpio las lágrimas y le doy un beso en la frente.
Nos quedamos en silencio observando a nuestro pequeño, la vida es muy frágil, no sabemos en qué momento se puede ir, por esa razón debemos aprovechar todos y cada uno de los momentos fel
