—Hola Terry, como casi no te he visto en la oficina vine a traerte los informes, y aproveché para comprarte unas flores. —Gracias Logan, pero no tenías porque molestarte. Lo invito a tomar un café ya que me da pena que viniera hasta mi casa a traerme los informes, después de un rato me disculpo con él y le digo que tengo algunas cosas que hacer y por fin capta mi indirecta y se va. Está noche Morgan no regresa, y yo prefiero no llamarlo, al final de cuentas ya está bien y no hay necesidad de que se quede más días aquí, aunque no puedo negar que me pongo un poco triste, me había acostumbrado a su presencia y a que siempre esté tratando de hacerme sonrojar con sus comentarios en doble sentido. El viernes por la mañana, cuando llego a la oficina, me encuentro con otro ramo de flores qu