Viktor bebe de la copa que le he servido y me siento en el sillón que está frente a él. — ¿Me vas a contar ya que pasa? —Pregunto alzando mis cejas. — ¿Yo? —Se ríe— ¿Qué pasa contigo, Mark? Porque no estoy entendiendo una mierda de nada —pone los codos sobre sus rodillas y deja la bebida en la mesa. — ¿Sobre? — Chiara, el dinero y los ataques que estás sufriendo. — No sé si puedo confiar en ti. — ¿Qué? Soy tu jodido hermano —se echa hacia atrás en el sofá, indignado— Claro que puedes confiar en mí. Viktor nunca me ha fallado, pero tengo una mala sensación ahora. Quizás es porque tiene a Masha en un altar, como la tenía yo. — ¿Estás enamorado de Masha? —Le pregunto. — ¿Eres idiota? —Se levanta— Que yo la cuide porque tú pasas de ella no tiene n

