Sasha abrió los ojos lentamente. Su cuerpo le dolía un poco y sintió su mano en la cama pero estaba vacía; frunció el ceño y miró alrededor de la habitación, sus ojos se posaron en el hombre sentado con las piernas cruzadas en la silla cerca de la puerta que conducía al balcón. Sus ojos eran agudos, claros y fríos. Se sentó de inmediato mientras sostenía la manta contra su pecho, su cabello estaba despeinado y le tapaba la cara, inmediatamente se lo quitó de la cara y se colocó algunos mechones detrás de la oreja sin quitar sus ojos del hombre frío que estaba en la habitación.
Michael la miró y poco a poco descruzó las piernas.
—Nunca supe que fueras tan intrigante. —Su voz baja y fría sonó en la habitación.
Sasha tragó saliva mientras esperaba a que él continuara, pero cuando él
