Rafael
Cuando iba hacia el ascensor sentí que Fabrizio venía detrás y por eso lo esperé dentro de la caja metálica, sosteniendo la puerta, de manera que él acabó subiendo también.
Evidentemente no tenía idea de que estaba al tanto de lo que había pasado la noche anterior en el pasillo del hotel y pensaba que apenas había tenido la gentileza de frenar el transporte hacia las habitaciones hasta que él se acercara. De hecho, esos días había estado tan distraído que ni siquiera sé si estaba al tanto de que mi habitación era la de al lado a la de Letizia.
Durante el trayecto en la caja metálica no le quité los ojos de encima ni un solo segundo, y cuando bajó en su piso, fui tras él…
Fabrizio - ¿Qué pasa, Rafa? (frenando en seco y volteando a verme fijamente)
Rafael – No lo sé. Dime tú
