Alessandro. Siento que me quedaré dormido, no puedo moverme. Damla se quedó dormida en mi hombro. —¿Su nombre es Alessandro, verdad? —Sí, y tú eres Carina, la esposa de Dante. —Siento lo que ese malnacido te hizo, Alessandro. No me hubiera casado con el sí lo hubiera sabido antes. —Tranquila, esto no es tu culpa. —¿Podrías hacerme un favor? —Lo que quieras, si puedo lo haré. —Mi celular se apagó, ¿podrías prestarme el tuyo? Llamaré a una amiga, no tenemos en donde quedarnos y llame antes a varios hoteles y no hay habitaciones disponibles. —Carina, no lo permitiré, yo las voy a cuidar a todas, lo prometo, permíteme hacerlo, ustedes son la familia de Raven, se quedarán con nosotros y no acepto un no. —Está bien, te lo agradezco, Alessandro. —Alessandro, no te muevas y ponte