ANNA Entro a casa con una enorme sonrisa, hace un rato pensé que Adam iba a besarme, pero no lo hizo, solo me dio un beso en la mejilla, no sé qué me pasa, no sé porque espero que me tome en sus brazos y me bese hasta el cansancio. Pero no lo hace, aunque pienso que él también quiere besarme como yo quiero sentir sus labios en mí, no sé en qué momento me pasó esto, no sé porque me gusta tanto verlo y estar con él. Subo a mi habitación recordando el lindo día que pasé con él, es muy divertido, en un segundo convirtió la sala de cine en una zona de guerra, además, es tan caballeroso, ha pagado todos mis antojos, en España los chicos no pagan ni un euro por las chicas, son tan codos, mucho menos te abren la puerta del coche o te ayudan a pasar, son muy liberales y pensé que me gustaba, per