Capítulo 4: Aprendiz.

2268 Words
*Luna* Yo miré como todos corrieron hasta esa cascada, —Luna, no te muevas de aquí, ¿Entendiste? — Yo asentí y de pronto miré como ante mis ojos Kegel tomaba su forma de lobo, sus huesos tronaban mientras se acomodaban en su nueva posición, era algo magnífico de ver y a la vez era muy aterrador, debía de ser doloroso, unos segundos después un hermoso lobo n***o de casi dos metros y medio estaba frente a mí, mirando hacia esa cascada, Tal y como Kegel me ordenó, me quedé ahí, y de pronto escuché unos aullidos que erizaron cada bello de mi cuerpo, Sentía enormes ganas de salir corriendo en especial cuando escuché los gruñidos que provenían de aquel lugar, pero mis pies estaban enraizados al suelo, negándose a moverse siquiera un milímetro, Cerré los ojos cuando dos lobos aullaron y pegué un brinco cuando alguien me sujetó del brazo, —¿Qué haces aquí?, vamos, ¡Muévete! — Abrí los ojos y miré a esa chica ruda, ¿Qué?, ¿Qué esperaba que yo hiciera?, —¿Q-qué… — —Vamos, nosotras somos la carnada, ¡Ahora muévete!— dijo y me empujó, ¿Carnada?, ¿Cómo que carnada?, ¿A qué se refería?, Yo quería explicarle, pero tal parecía que no había tiempo para eso, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y la briza que se desprendía de aquella cascada golpeaba mi rostro de un modo gentil, se escuchaban gruñidos y ruidos que nunca antes había oído, ruidos que me hacían temblar por el miedo, Jamás había visto una pelea de lobos, salvo una vez… cuando era muy pequeña, pero no fue nada serio, Aquella chica me empujó hasta que llegamos a la orilla del río, solo entonces miré al hombre que estaba arriba de una roca, en lo que parecía ser un puesto de vigilancia, segúramente él fue quién tocó aquel cuerno, su vista estaba fija en algo que yo no podía ver debido a la cascada, Aquel camino que cuidaban estaba detrás de ella, ahora lo entendía, de pronto vi que aquella chica corrió y yo me quedé ahí como tonta, —¡Oye… ¿Qué debo hacer?!— No obtuve respuesta a mi pregunta, solo la miré meterse detrás de unas enormes piedras, “Que perra”, acaso…¿Me había abandonado?, Y entonces pegué un brinco al ver a dos lobos salir de detrás de esa cascada, tenían los hocicos llenos de sangre y se veían diferentes, se veían… descuidados, su pelaje no era brillante y sedoso, una baba blanca y repugnante salía de sus hocicos, y su mirada, su mirada reflejaba odio puro, —Carajo—murmuré mientras todo mi cuerpo temblaba, pues yo estaba a solo unos metros de esos lobos, si, exactamente, era justo la presa, Uno de ellos me miró y fue ahí que me di cuenta de que estar en la guardia era un castigo horrible, el Alfa sin duda me odiaba, e inclusive tal vez me quería muerta, De pronto ese lobo que tenía la vista fija en mi, corrió con rapidez, venía por mi, desde lo más profundo de mi ser salió un grito de verdadero terror y todo lo que hice fue cerrar los ojos esperando el impacto seguro, Pero dicho impacto jamás llegó. ……….. Kegel impactó contra aquel lobo evitando una catástrofe segura, se suponía que esa chica no estuviera ahí, mientras peleaba, el otro intruso corrió para atacarlo, pero dos lobos del clan nocturno lo atacaron, Luna estaba echa bolita en aquel lugar, Ni siquiera se dio cuenta de lo que había ocurrido, sus ojos estaban tan apretados que incluso le dolían, Cuando todo terminó, Kegel tomó su forma humana y se acercó a ella, —Luna… — dijo mientras veía cómo la chica temblaba, ella era muy joven, la más joven que el había visto en sus cien años en la guardia, La chica no pudo más y simplemente se desmayó. Una hora después…. Luna despertó sobresaltada, miró a su alrededor con rapidez y se examinó así misma, solo para comprobar que no estaba muerta, —Vaya, despertaste, dormiste por mucho tiempo — La pobre chica se giró con rapidez y su vista se clavó en aquel hombre que la veía con atención, —¿Quién eres tú? — —Soy Adir… cálmate, puedo oír tu corazón a punto de explotar, estás a salvo, ya pasó todo— dijo aquel hombre y caminó hasta la chica, —¿Qué… que ocurrió? — —Te desmayaste — —No… ¿Qué ocurrió con esos lobos? — —Los Unrra…mmm… los matamos, esta prohibido que traten de cruzar, ellos lo saben, el castigó es la muerte — Luna solo se sobó la garganta y al tragar saliva sintió un poco de dolor, —¿Cuál es tu nombre niña? — —Luna— —No te había visto antes en el clan, ¿Qué… — —Fui transferida — —¿Transferida?, ¿De qué clan? — —Él clan Neroz— —Aaaaa, Owen— —Si— —Pues Luna… no se que carajos le hiciste a nuestro Alfa, pero el que te haya mandado aquí, sin duda ha sido un correctivo muy severo—dijo Adir mientras peinaba su cabellera rubia hacia atrás, tenía unos ojos cafés y un cuerpo delgado, era alto y tenía una sonrisa que inspiraba confianza, se veía como de unos 27 años, pero sin duda Luna sabía que tenía algunos años más de los que aparentaba, —Oye Adir… te toca estar en el fuerte — Luna miró hacia la entrada de aquella pequeña choza y se topó con la mirada fría de aquella chica, —Okey… nos vemos Luna… oh, y que no te maten— Los dos salieron y Luna solo los miró, poco después entro Kegel con un vaso de agua en su mano y se lo entregó a la chica, —Gracias — —¿Te encuentras bien? — Luna asintió, —Escucha… nuestras noches son por lo regular más tranquilas, aunque hay veces que tenemos que actuar, tú no estas entrenada para esto, así que solo ocúpate de hacer la comida junto con Jun, y vuelves aquí — —Ellos me odiaran— —Prefiero que te odien a que mueras— aclaró Kegel y salió de aquel lugar. Mientras tanto, Andrus estaba en su habitación mirando por la ventana, se sentía molesto y desesperado, algo en su interior se retorcía sin compasión, ahora que sus celos habían disminuido, sentía que había cometido un gran error al haber mandado a la chica a la guardia, Estaba tentado a ir por ella y traerla de vuelta, pero todos pensarían que se había vuelto loco, inclusive él mismo lo creía, él jamás imaginó que volvería a formar un vínculo con alguien, se había resignado a vivir solo por el resto de sus días, inclusive había decidió ir con el rey y solicitar su muerte, pero ahora, ahí estaba pensando en esa chica, Sin poder sacarla de su cabeza, todo le recordaba a ella, en su aroma, en su carácter desafiante, en su sonrisa perfecta, en su piel tan delicada, en su hermosa cabellera, en su cuerpo perfecto, Respiró con fuerza al sentir la frustración de no poder tenerla junto a él, sus venas brotaron ligeramente dejando ver donde pasaban exactamente, su respiración se agitó y su cuerpo empezó a calentarse. …………… —Ve trae agua del río — ordenó Jun, Luna solo miró a esa chica que lucia tan aterradora y fue obediente, tomó un balde y fue por agua, Juntas prepararon la comida, y cuando terminaron de servirles a los cuatro hombres que estaban sentados alrededor de una fogata Jun le entregó dos platos más a Luna, —Llévaselos a los dos que están Vigilando — Luna tomó los platos y caminó hasta esa enorme pared de rocas, cuando estuvo lo suficientemente cerca, pudo ver la entrada detrás de la cascada, tragó saliva y miró hacia arriba, —¡Oigan! — Una cabeza se asomó y una sonrisa vino después, —¡Súbela! — —¿Cómo? — Se escucharon unas carcajadas y de pronto Luna pegó un brinco cuando sintió una enorme mano sobre su hombro, —Dámela, yo se las subiré — La pobre chica quedó asombrada por la hermosura de aquel chico, tenía unos ojos negros impresionantes y un rostro tallado a la perfección, ella no pudo responder y sólo asintió, —No te acerques mucho aquí, es peligroso, Soy Neit, ¿Y tú? — —L-Luna— respondió ella con una sonrisa tonta, —Que lindo nombre, es perfecto para ti—dijo aquel chico y tomó los platos con una sola mano, subió por una escalera improvisada de madera y Luna decidió regresar a su guarida. Al día siguiente…. —¿Y por qué cuidan sólo aquí? —preguntó Luna un poco confundida, —Digo, es un río, si los que están del otro lado, nadan, podrían cruzar — Adir miró a Kegel y sonrió, —Él bosque está lleno de trampas al otro lado, no hay manera de cruzarlo es una prisión muy bien elaborada, ¿Y adivina quien la construyó? — preguntó Kegel muy orgulloso, —¿Ustedes? — —Eres muy curiosa ¿No se te hace? —Preguntó Adir mientras miraba al horizonte, —Solo hago las preguntas que cualquiera se haría — respondió ella en su defensa, —Ya dinos… ¿Qué le hiciste al Alfa? —preguntó Adir con cierta curiosidad, —No le hice nada… solo dije que era un líder injusto, y ya… se molestó por eso — —¿Y por qué dijiste eso? — —Pues… él dijo que yo molestaba a una chica, pero en realidad fue ella la que me molestó a mi— —¿Cuál chica? — —Jessica— —Odio a esa perra— dijo Adir —Adir— lo reprimió Kegel, —¿Qué?, a ti también te cae mal, no me digas que no— —Oigan… El Alfa está aquí— Informó Jun cuando llegó hasta donde estaban ellos tres lavándose el rostro, Kegel fue el primero en levantarse, y por otro lado, Luna no se apresuró a ir a recibirlo, —Oye, solo explicale lo que pasó, no dejes que tu nombre quede manchado por un mal entendido—le aconsejó Adir y se puso de pie, Luna lanzó un suspiro y miró su reflejo en el agua, su cabello estaba echo un lio, tenía unas ojeras horribles y sentía que estaba en la época medieval, se puso de pie y regresó a donde estaban todos, Cuando llegó sintió un cosquilleo en el estómago, casi podía sentir como sus mejillas se ruborizaban de sólo ver al Alfa, él usaba una camisa negra de mangas largas, el modo en que aquella prenda se pegaba a su piel, dejaba ver su fuerte pecho y sus brazos musculosos, se veía imponente y atractivo, todo en él atraía a Luna, quien no podía dejar de verlo, y cuando él la miró, ella sintió que la respiración se le iba, ¿Por qué se ponía así por él?, ¿No se suponía que debía de odiarlo?, entonces… ¿Por qué le gustaba tanto verlo?, Todos notaron el modo en que ambos se veían, era como si en cualquier momento correrían el uno hacia el otro y se besarían con pasión, se podía sentir la tensión entre ellos, una tención que ponía todo el ambiente de un modo extraño, Luna fue la primera en apartar la vista de la de él, y se rehusó a saludarlo como era la costumbre, haciendo evidente una falta de respeto, —¿Ha estado todo bien? —preguntó Andrus sin apartar la vista de la chica, —Anoche trataron de entrar dos lobos, pero todo salió bien, nos ocupamos de eso—respondió Kegel, —Muy bien, me quedaré esta noche—Informó Andrus, —Si señor… ¡Muy bien todos vayan a sus puestos, no se confíen! —ordenó Kegel, Luna estaba por irse a continuar lavando los platos, cuando Andrus la detuvo sujetándola del brazo, —Tú y yo tenemos que hablar— —Ahora estoy ocupada señor —dijo Luna rehusándose a obedecerlo, —Si te disculpas ahora, te llevaré conmigo y no solo eso, te diré algo, algo que creo tú no has entendido — —¿Disculparme?, ¿Por qué debería disculparme? — —Vi como coqueteabas con Alek— “¿Coquetear? “, Luna no entendía, —¿De qué está hablando? — —Los vi salir del baño juntos, y vi como él estaba tan cerca de ti…tocándote el rostro, no trates de verme la cara — —Espere… ¿Usted… creyó que yo y él estábamos coqueteando?, que estupidez, su novia me echó tierra en la cara, por eso Alek me llevó al baño, yo no podía ver nada y él me ayudó a lavarme, le dije que sentía algo en mi ojo y él solo me ayudó, no estábamos coqueteando — Andrus miró a la chica delante de él y se sintió un poco tonto, —Acaso…¿Estaba celoso?—preguntó Luna con un poco de confusión y de incredulidad, eso no podía ser posible, —¿Y qué si, si? — Luna se sintió muy nerviosa de ver como Andrus la miraba, —No estoy entendiendo — —¿Qué es lo que no entiendes? —preguntó Andrus mientras acortaba la distancia entre ambos, listo para dejar en claro sus intenciones.
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