Hannah abrió los ojos y se sobresaltó, miró a su alrededor y se sobó la cabeza, tenía una resaca como si hubiera tenido una noche de copas, todo estaba lejos de la realidad. Sentía que las manos le dolían, se incorporó como pudo y miró la habitación en la que estaba. —Ya le hemos avisado a Andrus. —No quiero preocuparle más, ¿Qué te dijo?. —No mucho, los Unrra están formando un a barricada, están empezando a salir los lobos exiliados. Hannah escuchaba la plática que alguien tenía afuera de la habitación en la que estaba, se apresuró a ponerse de pie y abrió la puerta, era su madre que platicaba con un hombre alto. —Cariño…—Dijo Luna y abrazó a su hija. —¿Te sientes bien?. —Si mamá, estoy bien. —Te presento a Owen, el Alfa del clan Neroz. —Creí que íbamos al clan Lunar.