Capítulo 59

2006 Words

Las puertas de vidrio se abren con su clásico zumbido suave, pero para mí suenan como una sirena de alerta. La recepción de la agencia está exactamente igual: pulcra, moderna, con ese aire de “acá solo entra gente que sabe lo que hace”. Pero hoy, mientras atravieso el umbral junto a Alejandro, siento que no pertenezco. Nuestros pasos suenan más fuertes de lo normal. Quizá sea mi paranoia. O quizá sea que cada escritorio por el que pasamos parece detenerse un microsegundo. El murmullo constante de teclas, teléfonos y comentarios se transforma en un murmullo distinto. De ese que nace cuando algo —o alguien— confirma un rumor que lleva días flotando en el aire. Y nosotros, entrando juntos por la puerta principal, con café en mano, bien vestidos y quizás todavía oliendo a perfume de hotel ca

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD