—Mira Carolina—alejé su mano de mi rostro, acerqué a ella quitándole el cigarro de su boca— Me importa muy poco lo que salga de tu boca y te advierto; no te metas con mi hermano, se muy bien lo resbalosa que eres, y no me importara enseñarte los modales que tus padres no te enseñaron
—Mmm… —muerde su labio inferior —Alguien parece celoso.
—Estaría celoso de una mujer que vale la pena. Y esa, no eres tú.
Es difícil estar al lado de una persona que no amas y más soportar sus acciones estúpidas como las que Carolina hacía.
—¿Porqué cambiaste tanto, tú antes no eras así Lucas? — me quito el cigarro de mi mano para luego encenderlo y fumar. —Yo lo era todo para ti.
Conozco a Carol desde hace tiempos y no lo iba a negar, tuvimos muchas noches de sexo ardiente que disfruté, pero solo eso fue, sexo. Pero ni ella pudo sacar de mi mente a Laila. Esa mujer logró quitarme algo que me hizo aborrecer a las mujeres en una semana.
Un día carolina llegó a mi departamento pidiéndome ayuda ya que no tenía a donde ir pero por la promesa que le hice a Laila antes de irme de aquí me iba a negar, pero le creí todo las mentiras que Carol me dijo, así que le permití quedarse por un tiempo hasta que encontrara un departamento para ella ya que en sus mentiras, me dijo que sus padres la habían echado cuando nunca fue así, según lo que dijeron ellos fue que ella misma se fue de su casa diciendo que se iría a vivir con su novio que era rico.
El día que la encontré cogiendo con otro hombre, perdí la paciencia y enfadado los saqué a ambos de mi hogar, fui a buscar a sus padres para que la aceptaran de nuevo y fue ese día que me enteré de la verdad.
Es una manipuladora con mucha experiencia pero por más que lo desee jamás podrá tener mi atención ya que hace mucho otra la tiene.
—¿Acaso ya no te gusta estar conmigo?—movía su cadera sensualmente acercándose a mi. —Soy lo que tu cuerpo desea… no puedes negarlo mi amor.
—No seas estúpida.—quite sus manos de mi pecho alejándome de ella. —Créeme que si fuera eso, no estaría aquí.
—¿Porqué?
—¿Por qué? Bueno, ya no te soporto, y me das asco —murmuro asqueado —Estoy harto de ti, me das náuseas.
Ella me mira rabiosa, empuña sus manos por la forma en que me expresé, pero era la verdad, yo no la quería y era como una plaga de cucarachas que no podía quitarme de encima por mas veneno que le diera, siempre encontraba la forma de que viviera conmigo.
—No me importa— dijo de mala gana volviendo a fumar. —Tarde o temprano caerás —El humo sale de su boca haciendo que me cabreara más —Y cuando eso pase, estarás a mis pies.
—Aquí no se fuma— mi hermano entro a la sala y se acercó a Carol quitándole el cigarro para arrojarlo por la ventana molesto. —Respeta mujer
Le pregunté a Max si podíamos quedarnos aquí hasta que volviera de nuevo a Venecia, el me dijo que si, pero que no quería que mi "amiguita " le causara problemas a su mujer ya que su embarazo podría adelantarse por cualquier disgusto.
—No te preocupes que, yo me encargo de eso.
Ya era de noche, me encontraba en la habitación de huéspedes que me dio mi hermano, recibí una llamada de mi padre recordándome de la cena familiar esta noche hice una mueca con mis labios ya que no quería ir.
—¡Una cena familiar!— dice con emoción Carolina levantándose de la cama . —Oh por dios, debo verme impecable si quiero impresionar a tus padres.
Con una mirada sombría la observo haciendo que se quede inmóvil ya que no quería que nadie pensara que tenía algo con ella, pero era imposible hacerla que se quede en la casa.” Debo encontrar la forma para que no vaya conmigo”
Parecía una estúpida llorando por un hombre que ni siquiera le importo, a veces odiaba tanto que Dios se haya llevado a mi esposo, porque si el estuviera aquí, Lucas no me haría tanto daño. Él es como un karma andante que no me deja en paz, me sentía tan mal que mi cabeza dolía por tanto llorar.
Le envié un mensaje por w******p a Selene para que mis hijos se quedaran el fin de semana con ella, no quería que me vieran tan deplorable por un hombre, aunque en realidad no quería verlo a él, me duele con solo verlo porque mi corazón se enloquece pero al mismo tiempo se rompe en pedazos porque sabe de lo que es capaz de hacer
Estaba por darle vuelta a mi celular cuando sentí que vibró seguido de la notificación de w******p, lo tomo y vi que era un mensaje de un numero desconocido .
—¿Quién eres?
—Soy yo, Spencer, ¿quería saber si quieres salir esta noche a cenar conmigo?.
—No puedo, lo siento, no me siento bien.
No quería salir con nadie así que estaba por escribirle cuando me envió un mensaje convenciendo de que fuera que su compañía me ayudaría mucho pero me detuve pensando en que no valía la pena deprimirme por un hombre que ya esta con otra y que no le importa si lloro por él; así que eliminé el mensaje y le escribí que aceptaba su invitación.
Estaba un poco nerviosa, este lugar es muy lujoso, gracias a dios tenía ropa algo "cariñosa" y todo se lo debo a Selene, me acerqué a la entrada y un hombre que trabaja en el lugar me preguntó si tenía reservación.
—El señor Spencer Harley me espera.
El busco en una tableta el nombre y cuando lo encontró me llevo hasta el segundo nivel y ahí estaba mi viejo amigo, sentado y muy apuesto con su traje de etiqueta.
—Creí que no vendrías— se levantó muy sonriente saludándome con un beso en la mejilla para luego ayudarme con mi silla. —¿Y tus hijos?
—Se quedaron en casa de mi amiga el fin de semana
Levante mi vista y vi que Spencer no dejaba de mirarme y me incomodaba en cierto aspecto.
—¿Qué?
—Es que... eres muy hermosa Laila— tomo mi mano acariciándola con suavidad. Deja un beso sobre ella —Luces despampanante.
—Gracias— me sonroje alejando mis manos de las suyas —Tú también te ves apuesto.
El tiempo iba transcurriendo y la verdad que estar con Spencer me lleno de alegría haciendo que olvidara lo sucedido con Lucas y el hecho de que esté aquí me ayuda a olvidarlo, por un momento claro.
—Entonces gracias a tu jefe, es que tus hijos estudian en el colegio privado.
—Si
—Ahora recuerdo,... me dijiste que tu amiga es la esposa de tu jefe, ¿como se llama tu jefe? .
—Maximiliano Sallow.
— ¡Enserio, no bromeas!— se sorprendió de mi respuesta —Dime que bromeas
— No, claro que no, pero casi no la visito por algunos inconvenientes.
—Menuda sorpresa me has dado— se ríe. —Tú relacionada con la alta sociedad.
—No digas eso, ella esta relacionada con ellos, no yo. Pero ¿porque tanto interés en ellos?
—Bueno, hace poco el colegio estaba en quiebra, pero los Sallow lo compraron y gracias a ellos hay muchos cambios que han ayudado a mejorar el colegio. Es más, después de las vacaciones se entregarán diplomas de honor a los mejores estudiantes y tus hijos son de esos estudiantes.
Me alegraba tanto oír que mis gemelos se esforzaban mucho en sus estudios y me hizo sonreír muy orgullosa por sus logros.
— Hablando de los Sallow... ¿no son ellos? .
Sin importancia a lo que dijo volteo mientras tomaba un poco de champán y al escuchar que estaban aquí, empecé a ahogarme llamando la atención de las personas incluyendo a los Sallow.
—¡Laila!....
Spencer se levanto y corrió en mi auxilio dando pequeños golpes a mi espalda preocupado al verme ahogándome.
—Oh dios mío, ¿está bien?. —Al escuchar la voz de mi amiga a mi lado mi cuerpo se tensó por completo al no saber que hacer. —¿Laila?
Mi amiga se colocó en cuclillas al ver que no levantaba mi rostro, al verla la miré y le sonreí atontada porque me sentía nerviosa como si me hubiera salido de casa sin permiso de mis padres
—Vaya sorpresa que estés aquí Laila.
“No puede ser, esta aquí también él”
—Ni que decir a eso, señor Lucas.