Una semana después… Zafiro… Abro los ojos lentamente al sentir unas tiernas caricias en mi rostro y cuello lo que me hace sonreír. - ¿Qué haces? – abro los ojos encontrándome con impresionante esposo enfundado en un traje de tres piezas negro - No quería irme sin despedirme – dice acariciando mi espalda desnuda. - ¿Qué hora es? – pregunto abriendo un poco los ojos para volverlos a cerrar. - Continua durmiendo, amor – dice besando mi frente – tengo una reunión temprano, así que te veo en la empresa. - Nos vemos en un rato – digo sintiendo sus labios sobre los míos. – te amo – escucho antes de volver a quedarme dormida. No se cuanto tiempo pasa hasta que vuelvo abrir los ojos los brillantes rayos de sol hacen que los vuelva a cerrar mientras bostezo. Me levanto de la cama abriendo lo