Ivanna Taylor Milo mira a Shane con curiosidad. Yo no digo nada. No me importa lo que pueda pensar él ahora. Hace mucho que eso dejó de interesarme. —Entiendo —murmura, sin quitar sus ojos de mí—. Respeto que sea su empleada, señor Prince, pero la señorita… Se queda callado, queriendo saber cómo me presento. Estrecho los ojos en su dirección. —Taylor… —aclaro, manteniéndole la mirada—, Ivanna Taylor. Shane hace una mueca. No me queda claro el motivo. Es mi apellido, con el que me conoció, y el que una vez cambié por él. ¿Qué esperaba? —La señorita Taylor atentó contra… contra mi prometida —continúa el muy idiota, con ese tono arrogante y perdona vidas que tan bien le sale hacer—. Y eso no puede quedarse así. Me abstengo de reírme, de soltar una carcajada. Pero la comisura de mi boca