Lucho
No fue fácil confesarle la verdad a Andrés, pero tampoco permitiría que Carlos, después de amenazarme con decirle que fui cómplice de su amorío con Catalina, le dijese una sarta de mentiras para su beneficio, esos dos no merecen nada de Andrés y menos por lo que hicieron, pero pude quedarme tranquilo al saber que él me había perdonado. Sin embargo, era consciente de que esta lucha no había terminado, menos con lo obstinado y caprichoso que es Carlos y vaya que la vida me daría la razón cuando unos días después recibí la llamada que menos deseé informándome que ellos trabajarían juntos, y conociendo esta industria como la conozco, sé que hay más de una mano metida en el asunto.
—Si harán esto, entonces deberá ser por separado, ellos tienen agendas diferentes y no quiero que se cruce
