HUNTER Por la mañana fui el primero en despertarme. Sofía estaba enredada encima de mí y salí de ella y de la tienda de campaña en completo silencio porque necesitaba mear. Al volver a la zona en la que estábamos todo seguía en silencio y volví con Sofía que se había girado y estaba encogida, con la manta hasta el cuello y abrazando el final de la almohada. Se me había dormido el brazo durante la noche, pero me dio igual porque estaba sujetándola a ella y valió la pena. Me hice un hueco a su lado y con el teléfono en la mano me entretuve un rato mientras ella volvía a subirse casi encima de mí todavía dormida. No me molestaba, al contrario, me encantaba que me buscara para estar así conmigo, y la recibí entre mis brazos con una sonrisa. Me llegó otra foto comprometedora de Alina, estab