Christian y yo caminamos con cautela y evadiendo la mirada de Charlie, llegamos hasta el coche y nos metemos en el. —¿A dónde iremos? —Primero a desayunar, después iremos a comprar algunas cosas que ocupo en casa y después te llévate a un lugar muy especial. —Suena un excelente plan. —¿Qué se te antoja desayunar Eva? —No lo sé, pero si es comida no protestaré. Christian sonríe ampliamente y pone en marcha al auto. Después de manejar por un tiempo llegamos a un pequeño restaurante. —Bienvenida al mejor lugar para desayunar. Era un lugar muy bonito, madera por doquier, sillas acolchadas y mesas de madera para variar, nos sentamos en una mesa cerca de la barra y una señora algo mayor se acercó con nosotros. —Chris, hace tiempo que no venías por acá. —Lo sé Anita, pero ya lo haré má