Capítulo 11 No me intimidas. Narra Amelia Cavanauh. Después que el médico me diera las instrucciones necesarias, dándome las vitaminas prenatales que debo comenzar a tomar y también, citandome para dentro de tres semanas, salgo del hospital con una sonrisa en mi rostro. Es impresionante como una sola imagen, un rayito de luz en una pantalla puede deslumbrarme por completo, al principio no entendía nada hasta que el médico me explicó y sentí como si mi corazón se hinchara de alegría. No puedo decir que no tengo miedo, es más, creo que ahora el temor es mucho más grande, pero ahora es diferente, porque sé que sí o sí debo dar la talla y ser la mejor madre para este bebé que crece en mi vientre. Es increible, un regalo fruto de nuestro amor. Voy rumbo a la oficina, porque sí, estoy fe