Estando a su lado todo transcurrió con tanta prisa, que realmente esos ocho años viviendo como una pareja casada, pasaron fugaces frente a mis ojos, dejándome estupefacta con lo rápido que a veces era el tiempo a nuestro alrededor sin que nos percatáramos de ello. Juntos vivimos muchas cosas, tanto buenas como malas, aprendimos a lidiar con las adversidades y ser felices aún cuando el mundo afuera se caía a pedazos. Rara vez discutíamos, quizás porque trabajábamos bastantes horas al día, sin embargo, entre ellas teníamos al menos un poco de tiempo para vernos, para darnos detalles románticos, compartir el uno con el otro o para simple y llanamente, amarnos. Habíamos comprado una preciosa casa en las afueras de Atlanta, en la cual teníamos todo lo que necesitábamos, allí no existía ningu
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books