Al llegar a la universidad bajamos del coche, Rich me tomó de la mano, entrelazándolas. Sentí un cosquilleo con ese gesto, sin siquiera pedírselo lo hizo. Se miraba más seguro que antes ahora, más suelto. Y eso me gustaba. Sentía que de alguna manera lo estaba ayudando.
—¿Te veré a la hora del almuerzo? —me inquiere mientras caminamos hacia la entrada.
—Claro.
Hasley apareció en mi campo de visión, estaba medio seria, quizás aún estaba medio borracha por ayer. No lo sé. El clima amenazaba con llover.
—Hola, Hasley —la saludé.
—V, ¿cómo estás hoy? —nos miró a ambos—Hola, Rich.
—Te ves desvelada —le dice Rich en modo de broma. Creo que es la primera vez que lo veo querer entablar conversaciones con otra persona. Y es raro.
—Si, no pude dormir bien anoche por esos tragos. ¿Vamos
