Capítulo 2. La gran noticia

1370 Words
Hay cosas en nuestro sistema que suceden y que son inexplicables. Durante años, Albert Ro estuvo  estudiando las ruinas de los primeros colonos de Marte, fue en el año 2031 cuando los 15 científicos instalados en ese lugar, desaparecieron después que un meteorito se estrelló con la superficie marciana. Albert Ro encabezó la búsqueda de los científicos y nunca los encontraron, el lugar quedó devastada, sólo ruinas y hasta hoy nada de respuestas. Sin embargo, los seres humanos siguen adaptándose en todos los rincones del planeta tierra, es que como dijo Albert: "el ser humano está para adaptarse sólo en el planeta tierra, nos tenemos que hacer la idea de que no podemos adaptarnos a otros planetas, las pruebas así lo demuestran".  Desde el 2025 los seres humanos han volado más allá de nuestro sistema solar buscando vida o tratando de adaptarse a otros ambientes. Llegaron a tres planetas: Litost 45 en la galaxia Andrómeda, Larco 1 en la galaxia Escorpión y Zarcon en la galaxia Titanus, en estos tres al llegar el humano lamentablemente moría, en total murieron cientos diez valientes científicos incluyendo los del planeta Marte. Desde entonces, nos hicimos a la idea de que sólo debíamos vivir en la Tierra, así que muchos recursos fueron invertidos en nosotros mismos. La era de la exploración galáctica quedó fuera de nuestras prioridades, las galaxias se siguen estudiando, pero sin la presencia humana. Por eso, desde el 2035 se hizo presente la "Revolución de la Inteligencia Artificial", se crearon tecnologías nunca antes vistas, se invirtió en el progreso de cientos de países que según estudié, eran pobres en extremo. Para ahorrar capital, varios países en conjunto acuerdo prohibieron la religión y sectas, todas las prácticas espirituales fueron abolidas, desde el 2036. Yo nací en un mundo donde la religión no existía, donde Dios era sólo un triste recuerdo. Ayer cumplí 20 años, no recibí los regalos deseados, aunque si la presencia de mi familia que creo eso es lo más importante, mis madres, mi hermano y mi abuelo, todos vivimos juntos en Soul Lagus, un lugar hermoso en Paraguay, un país de Sudamérica.  Trabajo en una fábrica de autonaves, la empresa que fabricaba los autos era una de las más importantes del mundo, se llamaba Álamo, se hizo famosa cuando creó los autos de propulsión imánica, autos que sobrevolaban la superficie con ayuda de potentes imanes, aparte de que eran seguros, cómodos y ecológicos, contaba con una gran variedad de autos distribuidos por todo el planeta. Hace un año me gradué como Ingeniero en Sistemas Artificiales, básicamente es crear, reparar, o destruir inteligencia artificial en equipos avanzados, como los software de los autonaves donde trabajo, soy muy trabajador y eficiente, en mis tiempos libres me dedico a leer y escribir, me gusta la antropología e investigar cosas del pasado histórico, he viajado por toda Sudamérica investigando la vida y costumbre de cierta civilizaciones indígenas, tuve el privilegio de conocer hace dos años al último indígena peruano, dos meses después murió. Los indígenas por razones espirituales no se aplicaron el suero de la vida o el Suero Azul, un suero que fue creado en el 2041 que prolonga la vida por 10 años.  Sí, en el mundo que nací la vejez no existe, todos viven mucho tiempo, a menos que no te inyectas el suero o no te alcance el dinero para comprarlo, la primera dosis es gratis, te la colocas en las salas de juventud, y luego las demás inyecciones debes comprarla a un costo de 5.000 capitales o lo que eran antes cien mil dólares, inalcanzables para muchos, por eso los cementerios aún existen, la dosis se aplica cuando se cumple 50 años de vida, ahí rejuveneces, al aplicarla, vuelves a tener un cuerpo como de 20 años, nada enfermedades, ni vejez, ni muerte. Vivo en un mundo más libre, sin guerras, sin conflictos, sin racismo, sin egoísmo, es un mundo con el que nuestros ancestros sólo soñaron, trabajos para todos, comida, ropa, todo el alcance de todos. Hoy es raro y poco común ver personas que hablen de vida alienígena, posiblemente yo sea el único que se imagina vida alienígenas en otros planetas, lo mantengo en secreto porque de lo contrario me metería en problemas con el gobierno y algunos radicalistas, y es que se perdieron muchas vidas y mucho dinero y tiempo tratando de buscar existencia en el universo y nada, eso casi volvió a las potencias en desastre, y casi se lleva a cabo la tercera guerra mundial, pero gracias al razonamiento humano, lograron evitar un genocidio, y se olvidaron del universo como posible originador de vida, por eso, ya no se hacen aquellas películas de ciencia ficción que mis antepasados disfrutaba en esas salas de cine, hoy se habla más de la psicología humana, del placer sexual, de todo lo que hacemos, lo hacemos centrados en cosas materialistas, también en la unión familiar, para muchos, en la unión familiar si queda tiempo. El día de hoy he trabajado mucho, y es que el jefe lleva presionandome, porque según él, me tiene reservado un puesto más elevado en la empresa y eso para mí es bueno.  Justo cuando faltaban diez minutos para las siete de la noche; la hora de mi salida, escuché por el parlante la voz de la secretaria del jefe decir: _ Robert Pierce, se le agradece hacer acto de presencia en la oficina de director... Rápido me desprendí del equipo que llevaba puesto y subí a la oficina. Al entrar, ahí estaba él sentado, frente a su escritorio, con ese porte de seguridad y confianza. _ Buenas noches señor Mercuri. ¿Qué desea de mi? _ Tengo un viejo amigo viviendo al otro lado del mundo; Tokio, para ser específico. Él necesita reparar unas máquinas, instalarle unos software, y otras cosas, pero necesitas de un experto y yo, le hablé de ti. ¿Te gustaría irte a Tokio por unos días?      Mi corazón comenzó a latir desesperadamente, que un sudamericano viajará a un país como Japón, era el más grande de todos los privilegios, esos países eran muy costosos, ya que la tecnología que en ellos había era tal, que no parecía un lugar de la tierra, sino, otro universo. Cada rincón, cada muro, cada calle, cada tuerca de esos países asiáticos, manaba Inteligencia Artificial, y para un ingeniero como yo ir a ese lugar, es un sueño único. Como mi jefe vio mi silencio sorpresivo continuó: _ Los gastos correrán por cuenta de mi amigo, desde tu ida, hasta tu venida. _¿A qué se dedica su amigo?_ Pregunté. _ Quiere ir a un lugar de la tierra nunca antes explorado, me contó que ya tiene un equipo especializado para ir, es una misión totalmente secreta, si alguien se entera de lo que piensa hacer lo fusilarian sin pensarlo. Te lo cuento a ti porque eres de confianza y porque irás con él ¿cierto? La idea era simplemente sorprendente no cabía de la emoción _Claro que iré, sin pensarlo. _ Sabía que no me defraudarias. Tu vuelo sale mañana. Prepárate Robert, viniendo de mi amigo, te espera un mundo lleno de aventuras.   Esta palabra, 'Aventura', me llevaba aquellos exploradores galácticos que surcaron el universo para llegar a aquellos planetas, que poco a poco le cautivarían su ser, su vida, por ejemplo; Litost 45, era un planeta muy parecido a la tierra, con escasos océanos y ríos, pero con una gama única de seres vivos, para mí Aventura era eso, descubrir, conocer, investigar. Salí de la fábrica con emoción, con una alegría inexplicable, con el simple hecho de visitar Tokio ya para mí es suficiente. Tomé el tren flotador, era un tren que no necesitaba rieles, ni nada para apoyarse, sólo se dejaba llevar por una línea imaginaria creada por un sistema trinario y un poderoso software. Me bajé en la calle Ruiz donde compraría un vino de 100 años, algo costoso pero que valía la pena el gasto. Entré a mi casa. Mi hermano estaba sentado frente al televisor, mi mamá se veía en la cocina junto a mi mami sirviendo la cena, mi abuelo bajaba las escaleras, al verme con la botella sabían que había algo que celebrar.
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