Solo es un amigo. Lunes en la mañana y ya me sentía agotada, apenas pude dormir, me alisté para el trabajo y me detuve en seco, justo al abrir la puerta. —Buenos días— dijo Owen con aquella gentil sonrisa. Él siempre fue muy popular durante la universidad, era guapo, se sabía vestir, era educado, inteligente, el tipo perfecto, con el que todas querían entablar una relación. Pero no era para mí. Me caía bien, aunque… toda esa perfección me alteraba un poco los nervios, pero aprendí a tolerarlo. —Hola— dije un poco sorprendida. —Entonces, ¿Me llevarás contigo?. —Si, por supuesto. —Podemos ir a desayunar algo, después, yo invito. Yo sonreí. —No hace falta. —¿Qué dices?, deja que te consienta, aunque solo sea por un día. Si tan solo esas palabras vinieran de la boca de Jack. Nos

