La visita del padre de Mykel nos ha dejado un poco alterado a los dos. Creo que yo estoy un poco peor que él, pero el silencio entre los dos pareciera eterno mientras que estamos sentados en este sofá.
—Creo que a tu padre no le ha gustado nada que tu y yo nos hayamos casado —comento con total honestidad.
Él acaricia mi pierna con ternura y luego me mira a la cara.
—No digas eso, solo esta enfadado conmigo porque no le he dicho nada —justifica, pero en el fondo sé que no es verdad.
No me extraña la reacción de su padre, después de todo ¿a qué padre le gustaría que su hijo se casara sin decirle nada? Mi padre ha reaccionado de la misma forma y lo he entendido. Sé que los motivos que nos llevaron a actuar así son diferentes, en realidad, él lo hizo por mí. Quizás es por eso por lo que m
