(Horas después)
Petra es de ese tipo de lugares que una vez que lo conoces se queda guardado eternamente en tu corazón. Admito que llegar ha sido toda una travesía. Apenas dejamos las cosas en el hotel, nos cambiamos de ropa y emprendimos nuestro camino hacia lo que muchos consideran uno de los hallazgos arqueológicos más grandes. Ir a caballo se ha transformado en toda una aventura, sobre todo cuando voy agarrada a mi esposo quien pareciera ser un jinete experimentado.
—¿Cómo llevas el viaje? Mi amor —me pregunta divertido.
—Muy bien, eres un jinete increíble —admito y a medida que nos acercamos al primer punto del recorrido él va deteniéndose al caballo de a poco.
—Aquí empezamos —señala y es el primero en bajarse del caballo para después ayudarme a bajar a mí también—. Hay algo que
