-¿Qué tal te fue el día de hoy, cariño? – preguntó Valery a su amiga cuando ella llegó de nuevo al departamento. -El día ha sido agotador, me duelen los pies y me corté un dedo al intentar rebanar un pedazo de queso azul – suspiró Georgia, tirándose en el sofá al lado de su amiga. -Te dije que el trabajo es complicado, es la razón por la cual yo no acepté – dijo Valery a modo de disculpa. -No te preocupes por nada, cariño, me hiciste un favor recomendándome con tu tía, es mejor tener este trabajo que no tener nada que hacer – Georgia le sonrío a su amiga, agradeciendo por aquel gesto, sin embargo lo cierto era que, ella no la estaba pasando muy bien últimamente. Habían pasado algunas semanas desde que Georgia se fue de casa de Alessandro y, aunque se había registrado nuevamente en su

