Al día siguiente: 6 de noviembre
Es poco el equipaje que llevamos con nosotros, al menos cuando se refiere a cosas materiales. Sin embargo, en cuanto a lo emocional, siento que el equipaje no cabe en este gran avión privado que nos ha venido a buscar. La veo mirando por la ventanilla y me pregunto qué es lo que estará pasando por su mente, ¿estará triste? ¿emocionada? ¿preocupada? Sinceramente no quiero que nada le afecte, no ahora cuando finalmente estamos pudiendo encontrar esa felicidad que tanto nos ha costado.
—¿Te encuentras bien? —me atrevo a preguntarle con un poco de preocupación.
Yana voltea para verme y asiente con la cabeza, pero hay algo en su mirada que me hace ver que no me está diciendo la verdad.
—¿Hay algo que te preocupe? Es que no sé, te noto extraña —murmuro y to
