Dos semanas después: 4 de noviembre A pesar de que aun seguimos en la etapa de luna de miel, cada día que pasa se hace un poco más difícil vivir aislados de todo. Llevamos casi un mes en este lugar y en lo único que podemos pensar además de amarnos con locura, es planear una vida normal. Estamos locos por recibir noticias del mundo exterior donde nos digan que los enemigos ya no son un peligro y que podemos comenzar con nuestros planes. Hoy es uno de esos días donde no vemos este sitio como un paraíso, sino como una prisión en la que nos tuvimos que encerrar voluntariamente para no perder la vida. También es un día atípico, se supone que no debería llover en esta época del año, sin embargo, aquí estamos encerrados en la casa cada uno en lo suyo tratando de que el tiempo pase rápidamente