— Pero ella es su esposa –intervino Estela con el rostro apesadumbrado, completamente afligido- mírela como ésta de preocupada, lleva un embarazo riesgoso y sin poder saber nada de él… aunque sea por un minuto permítale verlo. Tal vez mañana sea tarde para ellos y no nos gustaría tener ese cargo en la conciencia de no apoyarla cuando se pudo hacer algo… -la pelirroja apela al lado más humano de la joven enfermera. Andrea y Alice se miraron sin saber qué hacer ante las palabras de Estela, e inmediatamente la castaña le susurra “llora” y la rubia finge sollozar, logrando que aquella enfermera le permita entrar solo por un minuto a la habitación. — Solo unos segundos y sale, o podría perder mi trabajo –les informó asustada la enfermera — No te preocupes que si lo pierdes -las manos de Est

