Kayda Dabria — Me duele mucho la cabeza, por una alma al cielo — me quejo mirando a Andreus que no deja de verme con una sonrisa siniestra. Me estremezco por esa mirada. — No es para menos después de todo lo que hizo ayer — responde regresando su mirada al libro. — ¿Que hice? — pregunto preocupada. Mi locura no fue tan severa, solo me tomé una botella de Whisky. — Nada extremo, solo que casi quema la cocina ¿En serio no sabe cocinar? — No. — No creo que debas darles la satisfacción de destruirte — me dice de la nada haciendo que me levanté de la cama. Si, sigo en mi habitación, no he podido ni quiero ir al trabajo, me siento jodida. — ¿De qué habla? — Ví la razón por la que te embrigaste. Me tenso poniéndome de pie. — ¿Porque me habla de tu en vez de usted? — pregunto cruzando