— Gracias Elizabeth, no sabía que ibas a venir – dice un poco más relajado. — Tenía ganas de verte – dice con delicadeza, Alex se ha puesto rígido otra vez y yo empiezo a sentirme incomoda, de pronto ella me mira y me sonríe. — Angeles, ¿cómo estás? – dice ella, Alex me voltea a ver, está sorprendido por su familiaridad. — Muy bien Elizabeth, gracias – digo con naturalidad, aunque por dentro estoy muy incómoda. — Ustedes… ¿de dónde se conocen? – pregunta Alex con curiosidad. — Conocí a Angeles en la colección pasada – dice Elizabeth como disculpándose. — Ah – dice Alex aun extrañado, se acercan varias personas y se llevan a Alex, quien se va de mala gana, me deja ahí sola con Elizabeth, quiero alejarme, pero ella abre la boca para hablar. — Alex y tu…. – Dice ella y se detiene, la m