HANNAH No me molestaba para nada la idea del traslado. Si aquello era lo mejor para él, yo lo aceptaba. Al final, tenía claro que después de la universidad nos tendríamos que ir; y si ya le seguí una vez a la otra punta del país lo haría de nuevo sin ningún problema. Por nosotros, porque éramos lo que más queríamos y porque yo podía seguir mi carrera dónde fuera, él no. > me incordió esa voz en mi cabeza. > le grité yo. Nada ni nadie podía quitarme la felicidad que sentía en ese momento durante la fiesta, rodeada de personas que celebraban y cantaban una canción ya algo borrachos. Me sentí animada como en esa fiesta durante los días siguientes, sobre todo cuando mi familia me llamó para preguntarme si lo de Josh era verdad. Hazel chilló y creo que se lo contó a unas amigas para ha