Comprada por mí esposo.

Deva Smith. Tan solo faltaba un mes para cumplir mis 21 primaveras cuando di a luz. Sé que debo ser fuerte y seguir adelante, pero... ¿Cómo puedo salir de la oscuridad que me ha atado durante toda la vida? Después de ese accidente, los médicos dijeron que nunca volvería a ver. Pensé que la vida me estaba dando una segunda oportunidad de ser feliz, estaba equivocada. Hace unos años, en mi ciudad natal, era normal que los padres buscaran marido para sus hijas cuando cumplían 15 años, y ellos no eran la excepción. Firmaron un contrato a cambio de dinero para que cuando tuviera 18 años me casara con un hombre cuyo nombre ni sabía ni a qué se dedicaba. Mis padres obtuvieron mucho dinero y pagaron todas sus deudas y vivieron felices por algún tiempo, sin embargo, murieron en ese accidente, sé que tal vez fui una mala hija, pero me siento feliz porque ellos murieron. Mi padre golpeaba a mi madre y yo era solo una mercancía, algo que él vendió por mucho dinero. Era mayor de edad, así que vendí la granja y las propiedades de mis padres. Me vine a la ciudad para estudiar el bachillerato, ahí conocí a Tony, mi esposo, el amor de mi vida. Era un profesor que daba clases para pagar sus estudios, ya que era muy joven y aún estaba en la universidad. Tenemos una diferencia de edad de cinco años. En este momento yo tengo 21 y el 26. Cuando quede embarazada pensé en no ser como mis padres, ser la mejor madre que mi pequeña pueda tener, pero después del accidente y no poder ver dudo mucho que pueda serlo. Me siento tan molesta, ojalá hubiera conocido el rostro de mi bebé antes, debo acostumbrarme a esto y ser autosuficiente. Tony no sabe nada del trato que mi padre hizo, algunas veces tengo pesadillas, sueño que ese hombre viene por mí. Han pasado seis años, pero aún tengo miedo. Me levanto y camino hasta llegar a la cuna de mi bebé, ella se encuentra bien. Me acuesto una vez más con mucho cuidado, no quiero despertar a Tony. —Mi amor, ¿pasa algo? —Lo siento, querido, no quería despertarte. —¿No puedes dormir otra vez? —No te preocupes, lo haré pronto, solo me levanté para ver a la bebé. —Ella se encuentra bien, duerme tranquila, ven aquí, mi dulce esposa. Me acerco y pongo mi cabeza en su pecho, acaricia mi cabello y besa mi frente. Me siento tan protegida, no sé lo que haría sin Tony. Poco a poco mis párpados pesan y lentamente caigo en los brazos de Morfeo. ═════ ✥.❖.✥ ══════ ✥.❖.✥ ═══════ Todo es oscuridad, pero... yo puedo ver, escucho a una mujer llorar, estoy en una habitación enorme, este lugar parece un castillo, abro la puerta y logro escapar, salgo y corro por el pasillo, escucho a una mujer llorando. Me acerco hasta encontrar la puerta de la cual proviene el llanto, abro y veo a una mujer atada a una mesa. —¡Ayúdame, por favor! Me acerco, intento desatar las cuerdas, una voz me causa escalofríos. —¡Detente, querida esposa! Esto lo hago con ella para no hacerlo contigo, nunca podría dañarte. —¡¿Quién eres?! —Tú lo sabes, Deva. ═════ ✥.❖.✥ ═══════ ✥.❖.✥ ══════ —¡Deva! ¡Deva, mi amor! Abro los ojos y estoy empapada en sudor, hace mucho calor. Tony se encuentra frente a mí, es como si pudiera sentir su preocupación. —¡¿Le paso algo a la bebé?! —No, no es eso, estabas gritando, Deva, creo que necesitas ayuda profesional, también siento que me escondes algo. —¡No, no es nada! No te preocupes, solo es por el accidente. —No mientas, tienes pesadillas desde que nos conocimos, bueno, desde el primer día que hicimos el amor pude escucharte. —Estoy bien, tranquilo, conozco a la psicóloga que atiende a Nala, hablaré con ella más tarde. —Está bien, es un poco tarde, descansa, preparé el desayuno, caliéntalo y ten mucho cuidado. —Eres el mejor, te amo. Él besa mis labios y después se va. No puedo volver a dormir, me levanto y busco mi bastón. Se encuentra a un lado cerca de la cuna, él timbre suena y bajo las escaleras con cuidado. Abro la puerta. —¡Amiga! —Hola, Nala, pensé que estarías en la universidad. Nala es mi mejor amiga, desde el bachillerato. —No te preocupes, linda, el profesor no llego y nos dieron el día, tengo todas las tareas listas y mi proyecto, así que si no te molesta, vine a ayudarte con la bebé. —Te lo agradezco. Escucho a mi bebé llorar. —Emily ya despertó, Nala. —Tranquila, no subas las escaleras, yo iré por ella. Me siento en el sofá a esperar, minutos después ella baja con mi bebé. La pone en mis brazos, mientras le doy leche platicó con Nala. —Amiga, sin ofender, ¿tienes familiares rubios y con ojos de color? Es que Tony es trigueño y de ojos color miel, y tú eres de piel blanca, pero tu cabello es castaño y tus ojos cafés. La bebé es ojos azules. —Tony le preguntó al doctor, él dijo que muchos bebés nacían así, con el tiempo cambiarán de color. —¡Ah, que bien, por un momento pensé que habías engaño a Tony! —¡No hagas bromas sobre eso, Nala! —Lo siento, amiga, no lo haré. —Nala, ¿podrías darme el número de tu psicóloga? Tengo pesadillas. —Debe ser por el accidente, amiga. Nala no sabe que mis padres me vendieron, no tengo el valor para contarle y no quiero que se preocupe por mí. —Le llamaré a la doctora Luisa, ella es muy amable y sabe comprender muy bien, le llamaré en este momento por ti. —Te lo agradezco. Nala habla con ella, intento estar bien, pero me siento tan extraña, me pasa algo que no puedo explicar. Las palabras de mis padres vienen a mi mente. Flashback. —Él viene por ti, no me hagas quedar mal, me dieron una buena suma de dinero. —¡No le hables de esto en este momento, Ronald! —¡Cierra la boca, mujer! Será la esposa de un hombre poderoso y billonario, debería darme las gracias, por mí tendrás un buen futuro. —¿Cuánto falta para que venga por mí, papá? —No lo sé, dijo que te llevaría con él cuando fuese el momento indicado. Fin del flashback.