La respiración se me hace pesada tratando de reponerme de la impresión al leer la orden emitida por un juez que le da a Aleksei Miller la custodia absoluta de mis hijos. Paso saliva, reprimiendo las lágrimas que quieren salir reponiéndome yendo hasta la puerta la cual cierro de golpe antes de que él salga de la oficina. - Esto no puede ser válido – digo observándolo a los ojos mientras el sonríe con superioridad. – no tienes pruebas… - ¿enserio? – pregunta enarcando una ceja – ¿continuaras mintiendo? Cuando mis hijos son una versión miniatura de mi hermana y yo. - Esto no puede ser legal - digo desesperada – no pudiste conseguirlo tan rápido… - Cuando tienes el dinero y poder que mi hermana y yo tenemos, todo es más fácil – lo observo incrédula de su

