Katherine. Alessandro llora por su princesa. —¡Estás conmigo! Te amo tanto, mi princesa. Tú eres la única que ha estado conmigo y realmente me ama. Ese animal lo lame y corre alrededor de él, realmente se aman. Los dejo a solas y entro a la mansión. Mi pequeño corre hacia mí. —¡Mami, vamos a desayunar! —Es temprano, ¿tienes hambre? —Sí, mucha, mami. Cargo a mi hijo y lo llevo a la cocina. Es el día libre de Sandra y Marcel, prepararé el desayuno. —¿Qué quieres comer, hijo? —Panques con mermelada y chocolate caliente, mamá. —¡Está bien, lo haré para mi pequeño! Alessandro se sienta al lado de mi pequeño. —¿Qué vamos a desayunar? Tengo mucha hambre. —Papá, ¿aún estás triste? ¿Por qué no estuviste en mi cumpleaños? —Ya no me siento triste, lamento no haber estado en tu cumpleañ