(Narra Dante Weiss) Volvimos a la cabaña tomados de la mano, ayudé a Annie a subir por el balcón rogando para que el anciano no se despertará, o esa vez, si me iba a disparar. Annie logró subir con sigiló y antes de alejarme de ella me sonrió, y se fue andando de puntillas hacía su recamará. En ese momento me transformé y escuché la voz de Bree proveniente de su habitación. ― Ah…Par de picaros. ― Murmuró para que solo yo pudiera escuchar. Una sonrisa lobuna se me escapó. ¡Mierda! Annie me mataría si se entera que Bree nos descubrió. Afortunadamente ella guardó el secreto. Comenzaba a caerme bien, pero solo un poco. Aún tenía que aclarar el asunto del shampoo. Estaba impaciente y no podía dejar de pensar en Annie, ¿había sido real? Sí, jodidamente real. Tuve que usar todas mis fuerzas p