(Narra Bree Mond)
― Por eso tus jodido perfumes. ― Dante esbozó una media sonrisa.
― Sí. ― Respondí. ― Por eso mis jodido perfumes. Descubrí que si me llenaba de perfume tenía un olor, o que al menos aparentaba provenir de mí.
― ¿Cómo es eso de que nuestro olor es “característico”? ― Preguntó Carter mientras se inclinaba hacia mí. Yo sonreí.
― Muy fácil. Huelen a perro. ― Carter se sorprendió y ensanchó su sonrisa. A Dante por otro lado, eso no le gusto. Annie le paso una mano por el brazo y el suspiró. ― Supongo que yo también tendría ese olor, si es que pudiera tenerlo. Además, todo lo que hablaban podía escucharlo hasta en mi recamara.
― ¡Entonces tú! ― Dante se incorporó de golpe. ― ¡Tú me delataste a propósito con el anciano!
Una sonrisa se me formó en la cara al recordar ese
