Estoy tomándome un escocés cuando la veo aparecer, camina arrogante e imponente, va pulcramente vestida. Al verme apresura el paso hasta la mesa donde me encuentro. Trata de besarme, pero se lo impido ganándome una mitad asesina de su parte, se sienta junto a mi mientras un mesero viene atenderla. - Una copa de vino blanco – pide y yo pido otro escocés. - ¿Por qué no respondes mis llamadas? - Quiero que terminemos esto que tenemos – digo sin más y ella abre los ojos como platos no se lo esperaba. - ¿es broma? – pregunta perpleja, pero esta expresión cambia rápidamente a una de molestia. - No soy esa clase de hombres, además acabo de casarme con una mujer que me tiene loco desde que la conocí – digo y veo que trata de abofetearme, pero se lo impido. - ¿Quién es? – pregunta furiosa pero