MARCEL... Sirvo un té a mi esposa para que se tranquilice, se lo entrego mientras ella sujeta su rostro con sus manos y sus ojos están llenos de lágrimas. Me duele verla así, sé que está preocupada por su madre, pero en cualquier momento llegará. Cuando decidí ponerle seguridad a mi esposa también lo hice con su madre, sabía que nuestro viaje podría traer consecuencias, pero jamás espere que Holly se fuera a enterar esta forma. - Gracias – dice ella tomando la taza y yo la abrazo besando su cabeza. - ¿Qué pasará ahora? - En unas horas lo sabremos, iremos a la oficina a reunirnos con el investigador y mi padre antes de que el resto de los empleados – digo y ella se vuelve a verme – tu madre se quedará en el apartamento que compre en este mismo edifico y del que nadie aparte de nosotros l