BISERKA
Abro los ojos lentamente sintiendo los rayos sobre mi rostro por lo que me pongo de pie caminando al cuarto de baño donde me doy una ducha luego de hacer mis necesidades. Mientras siento agua caer sobre mi rostro pienso en lo mucho que me gustaría detener el tiempo, las setenta y dos horas acordadas están por terminarse. Ahora nos encontramos en Bremen, Alemania donde pasaremos las ultimas doce horas antes de regresar.
Sonrio ampliamente recordando los detalles que ha tenido Miguel conmigo, me canto mientras tocaba el piano una canción que me dejo sin aliento y con el corazón latiendo rápido, no ha parado de recordarme que me elige sobre su propia familia esas palabras solo lograron que un extraño y abrumador sentimiento se instalara en mi pecho volviéndome más sensible de lo que
