La imponente moto en color n***o mate frente a mí me hace sonreír como idiota ya que quien la conduce es todo en mi mundo y verla sobre una moto es una imagen que jamás me canso de ver. Hace poco llegamos a Singapur donde nos esperan para la boda de una de las personas más importantes en nuestras vidas y como de costumbre a ella le encanta manejar y a mí observarla y cuidarla. Rápidamente llegamos al lugar donde nos esperan por lo que aparco el auto justo tras la moto de la que ella se baja quitándose el casco dejándome ver su hermoso, suave y brillante cabello caer en su espalda antes de volverse y posar sus impresionantes ojos en mi haciéndome estremecer como cada vez que lo hace.
- Amo cuando haces eso – digo llegando hasta ella rodeándola con el brazo por la cintura antes de besarla.
